Planificación y gestión para la igualdad de género
Las políticas públicas deben integrar objetivos de igualdad de género, en correspondencia con los planes de desarrollo y las políticas de igualdad nacionales, y la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Es necesario un análisis en profundidad de las políticas, planes y programas nacionales para comprender y corregir las desigualdades de género. Para ello, las instituciones deben contar con datos desagregados por sexo, procedimientos que aseguren el análisis de género como parte del diseño y gestión de las políticas públicas, metas e indicadores específicos de igualdad de género y un presupuesto suficiente.
Arquitectura y capacidades para la Igualdad de Género
Las instituciones deben tener las capacidades adecuadas para integrar una perspectiva de género en su planificación y programación de manera significativa. Para ello deben establecer unidades o departamentos dedicados a las cuestiones de género, con recursos humanos expertos, presupuestos asignados estratégicamente y una conexión directa con la alta dirección.
Se requiere desarrollar las capacidades del funcionariado público de manera constante para así garantizar una integración efectiva de la perspectiva de género.
Entornos laborales favorables para la igualdad de género
Las instituciones comprometidas con la igualdad muestran Tolerancia Cero con los comportamientos sexistas y discriminatorios, y tratan de forma justa a su personal en cuanto a salarios, beneficios laborales y las posibilidades de progresar dentro de la organización.
Además, promueven activamente el equilibrio de la vida personal y profesional, incentivando la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.
El lugar de trabajo debe asegurar tolerancia cero con el acoso sexual y otras formas de acoso, y garantizarla mediante políticas, protocolos adecuados y una sensibilización sistemática del personal.
Participación, alianzas y rendición de cuentas
Constituir alianzas estratégicas es clave para promover la igualdad de género. Las instituciones públicas deben colaborar con otras instituciones públicas, organizaciones privadas y otros socios para eliminar las brechas de género y abordar las barreras estructurales que las determinan.
Las instituciones públicas deben establecer diálogos y sistemas de rendición de cuentas sólidos con grupos y movimientos de mujeres y feministas.
Las instituciones públicas deben garantizar un trato justo, respetuoso y no discriminatorio a su ciudadanía.
Resultados e impacto de las políticas públicas
Siempre en función del contexto nacional y el de la propia institución, las políticas públicas deben evidenciar sus contribuciones a la igualdad de género en el marco de la Agenda 2030. Estas evidencias pueden provenir de evaluaciones externas, así como de las contribuciones de la institución a los informes nacionales relativos a las convenciones y tratados sobre derechos humanos y derechos de las mujeres.
Estos resultados deben demostrar mejoras efectivas en la reducción de las brechas de género y el empoderamiento de las mujeres, y cambios en las relaciones de género, en las familias, las comunidades y el entorno social.