El PNUD y ONU Mujeres organizaron un evento de colaboración, “Impulsar la participación política de las mujeres”, para reflexionar sobre el papel fundamental de la participación igualitaria de las mujeres en la gobernabilidad democrática para lograr las metas de los ODS para 2030. El evento fue parte de la serie Reflexiones, que ofrece lecciones basado en evaluaciones recopiladas durante los últimos 10 años de trabajo del PNUD. Perspectivas extraídas del documento de investigación “Impulsar la participación política de las mujeres”
El panel comenzó con el aporte de Lisa Sutton, directora de ONU Mujeres, quien destacó estadísticas notables sobre la representación de las mujeres en la participación política, ya que actualmente representan menos del 8 por ciento de las jefas de estado y solo uno de cada cuatro miembros a nivel parlamentario. Se enfatizó además que las mujeres en la política son necesarias para desafiar las normas sociales arraigadas y las barreras estructurales. Las principales barreras estructurales que deben enfrentarse son: barreras de conocimiento, limitaciones de recursos y factores psicosociales. Los hallazgos más importante de la investigación fueron destacados por las siguientes analistas de programas: Anna Guerraggio, Armine Hovhannisyan y Victoria Ignat.. Por ejemplo, la Lección n.º 2 establece que la exposición continua a mujeres líderes en la política ayuda a desafiar las normas sociales arraigadas. Una encuesta de encontró que la mayoría de la población todavía no confía en las mujeres como líderes, lo que presenta un desafío significativo para el potencial político de las mujeres. La distinción “siempre y cuando sean capaces” se establece de forma previa para las mujeres, mientras no se aplica a los hombres. De la misma manera, a las personas participantes les costó más identificar rasgos de liderazgo en las mujeres. Se presentaron dos posibles estrategias para enfrentar este desafío: potenciar que las mujeres se doten de las capacidades suficientes que necesitan para tener éxito en la arena política y estimular la participación de los hombres en estas discusiones.
La Lección n.°4 establece que las cuotas son, de hecho, efectivas para mejorar la participación política de las mujeres cuando la implementación se supervisa adecuadamente. Una advertencia importante es que es importante que se establezcan mecanismos para informar el incumplimiento de las mismas. Los mecanismos de rendición de cuentas deben ser probados para determinar su efectividad, ya que se ha comprobado que en la mayoría de los países las multas por incumplimiento suelen ser ineficaces.
Finalmente, se destacó la Lección #5, que parte del vínculo entre la participación de las mujeres y la promoción de políticas de género inclusivas. En general, los procesos políticos deben centrarse en ser inclusivos y sensibles al género, con un enfoque particular en los procedimientos institucionales. La interseccionalidad y la inclusión de todos los géneros es un componente importante en esta cuestión.
Representantes de Armenia y Moldavia destacaron el éxito de sus países en el aumento de la participación política de las mujeres. En Armenia, se encontró que el fortalecimiento del papel combinado de la mujer en las dimensiones política, social y económica fortaleció la participación política de las mujeres. La política se ha centrado en las mujeres como agentes de cambio, cuya presencia y participación política determina un efecto de “bola de nieve” para que mas mujeres se incorporen.
Moldavia, por su parte, es uno de los dos únicos países del mundo donde una mujer fue jefa de estado y jefa de gobierno. Esto se atribuyó específicamente a las cuotas de género para elecciones parlamentarias y locales. Se reconoció que para que estas medidas sean exitosas, deben ir acompañadas de otras medidas que ayuden a salvaguardar su eficacia, como medidas para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres en la política y asegurar el compromiso continuo con los partidos políticos.
